By Michel Cruz
"Uno viene aquí para dedicar su vida al surf y para escapar el estilo de vida de la gran ciudad"
Los amantes del surf conocen Tarifa como el sitio más enrollado y tranquilo para practicar el kitesurf y windsurf del mundo. Desde que los pioneros probaron sus aguas hace más de 20 años la zona se ha convertido en un refugio, no sólo para aquellos que disfrutan de los deportes acuáticos, sino también para las personas que buscan una forma de vida más tranquila, menos estresante y menos materialista.
Las numerosas nacionalidades que son atraídas a este lugar, se ven unidas por el amor hacia las olas y el estilo de vida tan singular que ayuda darle Tarifa ese carácter tan único.
Es una forma idónea de pasar el verano y de recargar fuerzas para la competitiva y feroz vida de cada día, pero para los que han convertido este sitio en su residencia permanente, al no tener temporada todo el año se ha convertido en un problema."Uno viene aquí para dedicar su vida al surf y para escapar el estilo de vida de la gran ciudad," nos comenta Nacho Yuste, que dejó Valencia hace 8 años para montar una escuela de kitesurf y una tienda de surf, "El problema esta en que el negocio va fantástico durante el verano, pero es una temporada muy corta; uno parece que no para durante varios meses pero luego la gente se dispersa durante los meses de invierno."
Descubriendo nuevas fronteras
Hace dos años, siguiendo el consejo de un amigo, decidió visitar Ceará, lugar situado en el extremo norte de Brasil - tanto como para relajarse y ‘huir del estrés de Tarifa' como para ver las posibilidades de promocionar su propia marca Kite Obsesión. "En Tarifa la temporada termina a finales de Septiembre - principios de Octubre, pero a lo largo de la costa tropical al norte de la ciudad de Fortaleza, las condiciones se mantienen excelentes hasta Enero/Febrero, que es cuando los vientos caen y empieza la temporada de lluvia. Además durante la temporada hay viento cada día."
Nacho se ajusto al estilo de vida relajado y amistoso de esta remota y lenta parte de Brasil como pez al agua. "La vida es simple, y la gente no tiene mucho, pero son felices igualmente. Tienen comida, el sol, y les gusta mucho irse de fiesta, por lo que están siempre relajados y son muy hospitalarios". Disfrutó tanto de su estancia ahí que compró una casa en la playa de Cumbuco y montó una escuela de kitesurf ahí. "Es un sitio estupendo para venir y relajarse durante un par de meses, el surf es fantástico, todo es más barato y el ambiente es despreocupado. Más y más gente lo están descubriendo, así que nos parecía una oportunidad excelente para establecer una sucursal de Kite Obsesión para dirigir durante la temporada baja de Tarifa"
300 km de playa...
Aunque sólo aparece desde reciente en el 'mapa turístico', sigue siendo una región robusta, prestigiosa y muy parecida a nuestra propia Costa de La Luz. Además de Fortaleza (una ciudad de más de 1,5 millones de ocupantes donde la riqueza y la pobreza viven al lado, una con otra) la mayoría de los poblados son pequeños y bien distribuidos a lo largo de la costa o rodeados de la densa vegetación del interior. "Cumbuco, a sólo media hora de la misma, es el principal centro de kitesurf, pero hay muchos puntos pequeños de windsurf y kitesurf a lo largo de los 300 kilómetros de la costa tropical", dice Ben Harrison, un instructor con base en Tarifa que pasa los inviernos en América del Sur.
"Yo solía dirigir escuelas de windsurf en Venezuela, pero he de decir que en general, el ambiente en Brasil es más amigable. También es todo muy nuevo. Hay algunas buenas carreteras hacia el interior, pero al ser la mayoría de las carreteras vinculantes que conectan a los pueblos costeros difíciles de atravesar sin un 4x4, mucha gente conduce buggies por la playa. "Para muchos es esa combinación de rudo paisaje tropical, el estilo de vida relajado y una autentico ambiente de surf que atrae Mi sitio favorito es Jericoacoara, o 'Jeri', como lo llamamos nosotros. Es un hermoso lugar donde las colinas se inclinan hasta unirse con la playa y la gente acude a una gran duna de arena para mirar la puesta de sol en el mar. Jeri tiene un ambiente auténtico, y al estar aislado encontrarán que atrae una mezcla interesante de surfistas y acomodados visitantes. El terreno no es barato, ya que no hay mucho, y esta rodeado por un parque natural, pero el ambiente es relajado, sin hostilidad, y el surf es realmente estupendo".
Una vez ahí, Ben fue acompañado por Sophie Mathews, una instructora de deporte cualificada, masajista... y que aspira a convertirse en un profesional del kitesurf. "El hecho de que el viento es constante pero no llega a ser tan fuerte como en Tarifa, hace que sea un lugar idóneo para la práctica", dice Sophie. No es la primera vez que se aventura hacia orillas del extranjero, ya que ha trabajado como instructora en Grecia, Egipto y Venezuela, pero esta era la primera vez que lo hizo sola. "Había oído hablar sobre este nuevo lugar y pensé que sería una gran oportunidad de practicar para el inicio de mi primera temporada PKRA, por lo que me compré un billete y me encontré en el aeropuerto de Fortaleza."
Al principio al estar sola, ser joven y rubia, se tiene miedo de poder atraer el tipo equivocado de atención, pero Sophie encontró que era más bien fácil moverse por ahí. "Naturalmente, no te diriges a los suburbios pobres de Fortaleza, o vas alardeando Rolexes, pero aparte de eso, la gente es muy agradable y si no se puede alquilar un coche, el transporte público es bueno y barato." Habiendo hecho el recorrido hasta la costa, ahora pertenece a un grupo creciente de personas que han prometido volver. "Me encontré con tantas personas que conozco ahí, que parecía como si la mitad de Tarifa estuviera allí", dice. "Por el momento mi atención esta centrada en abrirme paso en el circuito profesional, pero creo sin ninguna duda, que se a conseguido la conexión Brasil-Tarifa".